sábado, 16 de julio de 2011

AUSENTE PARA ESTAR PRESENTE...

   ¡Noticia! : España celebró por todo lo alto la gran victoria de Fernando Alonso en el Mundial de Fórmula 1.
A los pocos días salió otra noticia; Fernando Alonso declara:”Me voy de España porque no puedo vivir aquí, pues, vaya a donde vaya, me persigue la prensa, los paparachis, los fans etc…
  
   ¡Qué pena! Tanto esfuerzo, tanto sacrificio, para conseguir el triunfo, y ahora el    ganador es apresado por su propia fama, que le ha alejado de sus familiares y amigos, y si quiere tener contacto con ellos, tiene que ser por teléfono o e-mail.

   Esto me hizo pensar en el triunfo por excelencia de Jesucristo con su muerte y resurrección y en el resultado de ello,  al cumplirse Sus palabras “Y YO, SI FUERE LEVANTADO DE LA TIERRA, A TODOS ATRAERÉ A MI MISMO” (Jn.12:32), pues, a partir de aquel momento, todos sus seguidores querrían estar apegados siempre a Él y  seguirle a todas partes.

   Mientras que Jesús estuviera sujeto a las leyes físicas del cuerpo humano, ¿Cuántos hubiesen podido tener intimidad realmente con Él?
Conocerle y ser conocido por Él sería impensable estando Jesús rodeado a todas horas por las multitudes, y de esa manera no podría estar con ninguno en particular ¿Y qué de los que no habían nacido aún?

   Por este motivo, el Señor en Su infinita sabiduría y Su gran amor, conociendo de antemano la necesidad que tendría cada creyente de estar con su amado Salvador, vio necesario que Jesús debía de irse y en su lugar enviar Su Santo Espíritu para poder tener una vida en contacto personal y permanente con Él.
“Jesús dijo: HE AQUÍ, YO ESTOY A LA PUERTA Y LLAMO: SI ALGUNO OYE MI VOZ Y ABRE LA PUERTA, ENTRARÉ A ÉL, Y CENARÉ CON ÉL, Y ÉL CONMIGO” (Ap. 3: 20)

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